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15/07

2022

The First Slam Dunk, Trigun y Dragon Ball Hero: el miedo a la proliferación del CGI


Este tipo de producciones están ganando fuerza, sobre todo en el mundo del cine, y mucha gente está siendo muy críticas con ellas antes, inclusive, de su lanzamiento.

 

El mundo de la animación está viviendo tiempos convulsos con la proliferación del CGI y el aumento de producciones externas. Véase esta primera frase como una dicotomía entre la negatividad y la positividad. Por un lado, el auge de las nuevas técnicas de animación y productoras involucradas en la producción audiovisual nipona genera una variedad más rica. Por el otro, el acabado de muchos de estos productos no está a la altura de las expectativas.

Así lo hemos visto tras el anuncio del live-action de Death Note, por ejemplo. Durante el último programa de Ready Player MARCA, hablamos de las esperanzas y el miedo; confiamos en los hermanos Duffer, creadores de Stranger Things, para hacer algo grande, pero los precedentes de Death Note y Netflix con los live-action no son buenos.

Nace, así, una suerte de escena de desconfianza que termina devorando el devenir de muchas producciones que mueren antes de ver la luz del Sol. Este fue uno de los temas que se nos dejamos en el tintero y que hemos decidido ofreceros a través del presente escrito. ¿Por qué? Pues porque, al igual que hay dudas con Death Note, las hay con el CGI.

El miedo en el anime: las producciones CGI generan desconfianza

 

Poco a poco, son cada vez más las producciones tipo CGI que salen al mercado. Tenemos, por ejemplo, la nueva película de Dragon Ball, el tráiler de The First Slam Dunk, las imágenes promocionales de Trigun Stampede, etc. Y esto es solo lo más reciente. Si echamos la vista atrás, muchos animes han alcanzado nuestras pantallas mediante esta técnica.

Por desgracia, parece que solo nos acordamos de lo que salió mal. ¿Cómo cuáles? Pues la serie de Berserk de 2016 o el anime de Sidonia no Kishi, entre muchos otros. Tendemos a rememorar aquello que no funcionó en detrimento de lo que sí lo hizo. Tenemos muy buenos ejemplos, como Ajin

Ahora bien, Ajin y Sidonia no Kishi utilizan un CGI muy similar. Tanto es así que las produjo el mismo estudio: Polygon Pictures. Es por esto mismo que resulta complicado de entender por qué la gente ha puesto en duda la calidad de los tres primeros nombres que destacamos al comienzo de este epígrafe.

Slam Dunk, Dragon Ball y Trigun, criticadas antes de nacer

 
 

Las tres series han recibido malas reseñas cuando, en realidad, todavía no sabemos nada de ellas. Dragon Ball Super: Super Hero aún no ha llegado a España, pero hay mucha gente que se ha posicionado en contra cuando, en realidad, los tráileres lucen bastante bien. 

A The First Slam Dunk, por su parte, le cayeron muchísimos palos con su primer teaser cuando, en realidad, en este no se ha visto nada. La secuencia, por su diseño, no revela nada importante sobre la calidad de la animación ni el resultado final. Sucede algo parecido con Trigun Stampede, serie que no llegará hasta 2023.

Con todo esto quiero recuperar la cuestión principal de este tema: el miedo a las producciones desconocidas con base a precedentes inexactos y/o sufragados por malas experiencias. Es un tema bastante complejo, todo sea dicho, pues ninguna opinión -siempre y cuando se esgrima desde el respeto- es menos acertada. Sobre todo en una cuestión tan subjetiva como esta.

 ¿Debemos tener miedo los animes que se atreven con algo diferente?

 
 

Llegado a este punto, cabe entender que la animación evoluciona día tras día. Mayormente, los usuarios habituales del anime prefieren el 2D, pero el CGI, el 3D, etc. son herramientas con una mayor envergadura conforme pasa el tiempo. Es más, producciones de la talla de Ataque a los Titanes -más conocida en algunos fueros como Shingeki no Kyojin– las utilizan de manera recurrente para potenciar secuencias concretas.

El futuro nos dice que este tipo de técnicas serán cada vez más recurrentes y, si bien es verdad que algunas todavía requieren una mayor comprensión del medio, están aquí para quedarse y sumar. Y todo este tema surge por el todavía muy reciente tráiler de The First Slam Dunk, pero también por el debate que ha surgido sobre Death Note.

Al final, ambos temas van de la mano, pero desde una perspectiva. El foco es el mismo: miedo e incertidumbre. ¿Estará a las alturas de las expectativas? Esta duda, de hecho, es especialmente notable -al menos en tiempos recientes- con aquellas series que tienen un elevado factor nostálgico. Entiéndase, Dragon Ball, Death Note, Trigun y Slam Dunk.

Las cuatro producciones –Death Note es un live-action, y no incluye CGI, pero encaja dentro de esa política del miedo- son de tiempos remotos. Son morriña pura y dura, pues proceden de un tiempo que, para muchos, fue mejor. Discrepo, pues la animación ha evolucionado a un nivel pasmoso. Jujutsu Kaisen y Kimetsu no Yaiba son dos ejemplos perfectos, pero también podemos hablar de One Punch-Man, entre otras.